Regresaban Víctor Puerto y Eugenio de Mora a una plaza que conocen bien y Alberto Lamelas tras su esperanzadora confirmación, para despachar un serio encierro de Peñajara.
A regañadientes tomó las telas el primero, de mejor lámina que condición, que claudicó tras las dos varas. Al corral.De El Cortijillo era el sobrero, negro listón, que tuvo ademanes de manso corraleado en el saludo de Puerto y se partió un pitón por la cepa. Otro para atrás.
Corrió turno para que se hiciera presente el quinto para abrir plaza y manejar con descaro en el recibo de Puerto. Y no tuvo luego ni fuerza ni fondo para soportar media exigencia. Porfió Puerto, tirando de oficio para intentar armarse faena, pero se le dio importancia al esfuerzo. No pudo más que matarlo con dignidad.
Tuvo repetición a falta de desliz el segundo, que también claudicó sin remisión y también se fue para atrás. Corrió turno para que saliera otro Peñajara que embistió muy en corto pero con intención en las sueltas verónicas del saludo de Mora. Emoción tuvo el quite por gaoneras de Lamelas, con ajuste y decisión. Pero no hubo enemigo para Eugenio en la faena de muleta, y midió la escasa exigencia a media altura para comprobar que no había solución. Pinchó antes de la estocada y escuchó silencio.
Corta pero humillada y con entrega fue la embestida del tercero en las empacadas verónicas del saludo deLamelas. Pero se derrumbó tras el tercio de varas y fue devuelto. Lo sustituyó un sobrero de Torrealba horrible de hechuras que se frenó, se derrumbó y fue devuelto.
El de Los Chospes tuvo brío, codicia y humillación en el animoso saludo de Lamelas, que tuvo que limpiarlo por abajo para bajarle el pistón. Cumplió el toro en el caballo y tuvo tranco en la muleta para asentarse los pies. Pero no le encontró el pulso Lamelas cuando el toro mostraba emoción y no tuvo voluntad de pasar cuando quiso asentarse el torero. Fue en el final de faena cuando quiso sacar la raza, encoraginarse y llevarse un dramático volteretón. Media estocada dejó el jiennense para olvidarse de él.
Morfología de toro antiguo tenía el sobrero del Conde de la Maza que hizo cuarto, con brío, codicia y hasta rabia en la revuelta en el capote de Víctor Puerto. Luego se partió la vara del piquero en el puyazo al que se fue como un tren. Llevó el propio Víctor la lidia en banderillas, pero luego no terminó de confiarse nunca con la llegada temperamental y sin inercia que se quedaba en el pecho cuando llegaba sin gobierno. Se dio Puerto poca coba con el animal.
Más bajo, reunido y redondo era el sobrero de La Rosaleda que hizo quinto, de comportamiento vulgar en el penco. Quitó por tafalleras Lamelas con animosa voluntad. Intentó calentar el ambiente De Mora con el inicio de rodillas en el tercio, pero caló más La mano derecha pasando la encendida y humillada embestida, aunque faltara pulso en el ritmo que imposible manchego. Tuvo ambición el torero, pero eso le llevó a amontonarse por momentos con la embestida de viaje corto que sólo al final fue capaz de coser en dos derechazos. Pinchó antes de la estocada.
También el sexto planteó de las manos y comenzó a defenderse sin ímpetu ni espíritu antes de llegar al penco. Desentendido y sin fondo, aguantó en el ruedo para protestar en cada arrancada y orientarse. Quiso Lamelasjustificarse con la prenda, pero no dio lugar a la confianza el torete de cara lavada y nula entrega.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas, Madrid. Feria de San Isidro, decimosexta de abono. Más de dos tercios de entrada.
Toros de Peñajara, de buena planta. Devuelto el primero por inválido; devuelto el sobrero (segundo bis, de El Cortijillo), por partirse un pitón. Primero tris, de Peñajara, desfondado y deslucido. Segundo, devuelto por inválido. Segundo bis (de Peñajara), sin fuerza ni vida. Tercero, devuelto por inválido. Tercero bis, de Los Chospes, enrazado, codiciososo y con genio. Con temperamento y poder el cuarto, del Conde de la Maza. Repetidor de humillado viajó corto el quinto, sobrero de La Rosaleda. Medidor, protestón e incierto el sexto
- Víctor Puerto (marino y oro): silencio y silencio.
- Eugenio de Mora (nazareno y oro): silencio y vuelta al ruedo.
- Alberto Lamelas (blanco y oro): ovación tras aviso y silencio.
FUENTE:CULTOTORO
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