José Carlos Venegas sonríe y eleva el pulgar hacia arriba tras la grave cornada en Madrid |
“Aún no sé cómo pudo permanecer en pie con el descabello y marcharse caminando hacia la enfermería”, dice su apoderado, Juan Carlos Campillo. Si Madrid es duro para las figuras, para los jóvenes y los toreros modestos resulta casi imposible. Se enchiqueran corridas duras, grandes y con pocas opciones de embestir para que se jueguen la vida. En cambio, la pasión del toreo puede más. “Yo solo pienso en volver a torear”, dice José Carlos Venegas desde la cama del hospital. Los drenajes que expulsan sangre y la angustia después de la operación que le impiden levantarse y hasta comer no lo frenan. Ahora piensa en el 24 de agosto en Marbella, ya que está encartelado con Juan Bautista y Diego Silveti para lidiar una corrida de Las Monjas. “Voy a hacer todo lo posible por estar porque me hace mucha ilusión”, explica.
Desde la cama. Para un torero es más duro estar en casa sin contratos que en un hospital. Por eso, José Carlos Venegas espera que su esfuerzo en Madrid tenga recompensa: “He estado dos tardes como matador y me he jugado la vida. Espero que me sirva para que cuenten conmigo. Me gusta creer que derramar sangre por un sueño vale la pena”.
Por el momento, tendrá que estar en manos de los doctores en Madrid hasta el próximo viernes. Luego, ya se verá. “Si estoy con fuerza, me iré a la finca de Mancha Real a continuar con mi preparación. Si no, pasaré algunos días en Beas de Segura”, explica. El próximo 6 de septiembre está anunciado con una corrida de Miura en Villanueva del Arzobispo y espera sumar más contratos. La cornada no le quita la ilusión.
FUENTE DIARIO JAEN
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