El acusado, junto a una familiar, espera el juicio. |
Miloud Z., de 38 años, juraba y perjuraba al intérprete que lo atendió en el juicio que era inocente. Sin embargo, este marroquí, con residencia legal en España, decidió no jugársela y aceptar el trato que le puso sobre la mesa la Fiscalía. Un acuerdo que suponía no ingresar en prisión. Por eso, Miloud Z. admitió los hechos ante la juez Valle Elena Gómez, titular del Penal número 1 de Jaén.
De este modo, se cierra un episodio que se remonta al invierno del año 2008, es decir, hace la friolera de seis años. Por entonces, el acusado vivía en Beas de Segura, donde había estado trabajando en la campaña de recolección de la aceituna. El 19 de febrero de 2008, el hombre entró en una peluquería de señoras del pueblo. Aprovechó que la dueña del local se encontraba sola para insinuarse. La víctima trató de marcharse. Sin embargo, Miloud Z. la cogió del brazo, la atrajo hasta su cuerpo e intentó besarla. No lo logró porque ella se resistió y pudo salir.
En muy poco tiempo. Apenas una semana después, el procesado persiguió por una de las calles de municipio a una pareja de jóvenes que, por entonces eran menores de edad. En un momento dado, comenzó a masturbarse por debajo del pantalón y, posteriormente, llegó a enseñarles el pene, mientras le decía a la chica: "Qué buena estás".
El periplo delictivo de Miloud Z. en Beas de Segura terminó el 7 de marzo. Sabiéndose ya denunciando, el hombre acechó a uno de los dos adolescentes a los que mostró sus atributos. Le dio alcance en la calle La Feria y, después de recriminarle lo que había hecho, lo amenazó con una navaja: "Te violo a ti, a tu novia y a tu hermana, que sé donde vives", le dijo, en tono agresivo.
Miloud Z. reconoció ante la juez ayer todos y cada uno de los hechos que le imputaba la Fiscalía. Por ello, fue condenado a dos años de prisión, bastante por debajo de los tres años y dos meses que le pedía el Ministerio Público inicialmente. La conformidad hace que este marroquí, sin antecedentes penales hasta ahora, eluda ingresar en la cárcel. Eso sí, no podrá acercarse a ninguna de las tres víctimas a menos de 300 metros. Si quebranta esta orden de alejamiento o vuelve a delinquir, sería expulsado del país inmediatamente, tal y como se encargó de recordarle, a la salida del juicio, la abogada que lo defendió en este procedimiento. La sentencia ya es firme y no cabe recurso contra ella, ya que se alcanzó por conformidad de las partes.
FUENTE : DIARIO JAEN
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