Un demócrata Sileño con cien años y puntual cada cita electoral

Valentín Martínez Olivares ejerce
su derecho al voto en los comicios europeos

FRANCISCO JUAN TORRES (DIARIO JAEN)

Valentín Martínez Olivares, un vecino de Siles de 100 años, acudió a votar el pasado 25-M. Con su Documento Nacional de Identidad ejerció su derecho al voto en los comicios europeos. Hizo gala de un envidiable estado de salud, al depositar la papeleta ágilmente, ante la sorpresa de los componentes de la mesa electoral que tenía asignada.



Este ciudadano nació el 28 de noviembre de 1913, en el municipio sileño, donde todavía reside. Demócrata convencido, tiene clara la importancia del voto, que presume de haber depositado siempre. El pasado domingo, le ofrecieron la posibilidad de sacar la urna a la calle, como deferencia por su avanzada edad. Decidido, salió del coche, donde fue llevado al colegio y dijo: “Andando o nada”.

La primera vez que tuvo la posibilidad de depositar su papeleta, el contexto era muy distinto al actual. Fue en unas elecciones en plena Segunda República, allá por 1936. La edad mínima exigida para poder disfrutar de este derecho eran los 23 años. Desde entonces, se precia de haber logrado una marca personal, la de no haber faltado en ninguno de los comicios o referéndums celebrados durante el tiempo que lleva como testigo de la Historia de España. Ni siquiera la caída sufrida hace unos meses, de la que le costó recuperarse, lo ha frenado esta vez. Reconoce que su voto siempre es de izquierdas y espera votar en las próxima cita electoral, previsiblemente, las elecciones locales y los comicios andaluces.

EN SU CASA

Valentín Martínez Olivares vive en su casa. Por las noches, sus cinco hijos se turnan para cuidarlo y, de día, tiene a una asistenta, que le ayuda en las tareas domésticas, además de darle compañía. Hace gala de una memoria privilegiada y goza de una salud de hierro. Aunque hace dos años lo operaron de cataratas, este achaque no le impide, como relata, leer todas las mañanas, el Diario JAÉN. Con un siglo de vida, disfruta del amor de sus vástagos, de sus nueve nietos y tres biznietos. Tuvo 12 hermanos y su familia es muy conocida.

Aún se recuerda su tienda de ultramarinos, situada en la calle Doctor Vigueras. Una vez que contrajo matrimonio, comenzó a trabajar en el comercio de “El Gordo”, al casarse con una hija del propietario. Pasó a ser el titular de esta tienda, donde se vendía de todo, y que ahora regenta su hijo Valentín Martínez Serrano.