domingo, 10 de agosto de 2014

A los juzgados después de un entierro “surrealista”

Los familiares de Isidro Floro, el hombre cuyo cadáver permaneció tres horas en el cementerio de Hornos de Segura para ser enterrado, anuncia que recibe asesoramiento jurídico para presentar una denuncia contra el Ayuntamiento. “Llegaremos hasta donde haga falta, hasta las últimas consecuencias”, manifiesta José, uno de los hermanos del difunto. El hombre asegura que carece de calificativos para referirse al “prolongado e innecesario sufrimiento” que él y otros dolientes sufrieron en el camposanto, primero porque se asignó al féretro de su hermano —una persona alta y corpulenta— un nicho situado en una zona demasiado elevada y posteriormente porque la anchura del ataúd impedía que este fuera introducido. El objetivo de la demanda planteada es obtener una compensación “por daños y perjuicios” y conseguir que hechos de este tipo no se repitan.

José Floro asegura que lo acontecido el viernes en Hornos pudo evitarse. Por un lado lamenta que se incumpla la normativa, ya que, de acuerdo con sus datos, es obligatorio contar con nichos de entre ochenta y noventa centímetros de anchura, algo que habría posibilitado que el ataúd entrara sin problemas en el hueco. Por otra parte, creo que el incidente se podría haber solventado en cinco minutos, si no se hubieran puesto pegas a la sencilla operación para ampliar el nicho. “Bastante con quitar dos centímetros”, dice el hermano del fallecido.
En opinión de José Floro, en el desagradable episodio existe un “trasfondo político” y alude a supuestas “refriegas” con miembros del PSOE. Con esta expresión se refiere a la circunstancia de que él es militante del Partido Popular, unas siglas que no coinciden con las del equipo de Gobierno de Hornos. En su opinión, la actitud de los responsables municipales resultó “grosera” y propició “un agravio intolerable”. Por ello critica el “silencio” del alcalde, Juan Antonio Gila, y de otros ediles. “No dan la cara”, apunta José Floro, quien cree que ante algo que a su juicio es “tercermundista” Gila o algún otro representante del Ayuntamiento debería pedir disculpas a la familia por el incidente. Diario JAÉN intentó, sin éxito, conocer la versión de Juan Antonio Gila.
El hermano del fallecido destaca que el fallecimiento de Isidro Floro, quien tenía sesenta y dos años, se produjo de manera repentina. El varón vivía en una residencia de Beas de Segura, municipio en el que José tiene su domicilio, murió el jueves “de un infarto fulminante”. Padecía una importante discapacidad intelectual. Los allegados de Isidro Floro consideran que el incidente del cementerio de Hornos de Segura, municipio del que era originario el difunto, acrecentó aun más, si cabía, el pesar de los dolientes, que perdieron de una manera inesperada a su familiar.

FUENTE:DIARIO JAEN

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