jueves, 30 de octubre de 2014

Hallados restos humanos junto a la iglesia de Beas en unas obras

Zanja en la que se descubrieron los restos humanos
Joaquín Castillo
Apenas se aprecian a simple vista. El elevado grado de descomposición hace que se camuflen en la tierra. Pero cuando la cantidad de restos empieza a ser elevada, no hay ojos que puedan rehuir mirarlos. Es lo que les pasó a los operarios que, el lunes por la mañana, trabajaban en las obras de la calle Santa Isabel de Beas de Segura, ubicada entre la parroquia de Nuestra Señora de la Asunción y el convento de San José el Salvador.


Se afanaban en construir una zanja para la canalización de la luz y saneamientos cuando se toparon con el primero de los huesos. Conforme la máquina avanzaba en las intervenciones, se dieron cuenta de que cada vez eran más los restos que iban emergiendo. Fue en el momento en que comprobaron que eran humanos, cuando decidieron parar y poner el asunto en conocimiento del Ayuntamiento.

Así lo relata la concejal de Obras, Ana Belén Blanco, a partir de ahí, se puso en contacto con el alcalde y el secretario para determinar los pasos que se deben dar en este tipo de situaciones. Y es que no eran piezas sueltas, ni mucho menos. “Se ve un estrato de una capa llena de huesos”, reconoce la edil. Después de paralizar los trabajos, el regidor Sebastián Molina se puso en contacto con la Delegación Territorial de Cultura para dar parte de lo ocurrido. La propia Junta confirmó a este periódico, que ayer mismo envió a los técnicos para comprobar los restos hallados.

La concejal explica que hasta el lugar de las intervenciones se acercó un arqueólogo del departamento de Cultura. Además, acudieron otros tres procedentes de la Universidad de Jaén, que estaban trabajando en la zona, pero en otro espacio. También se dio parte a la Guardia Civil, que trasladó el asunto al Juzgado de Villacarrillo, de acuerdo con el relato de la edil.

“Han estado mirando y han comprobado que los restos no tienen mayor importancia”, reconoce la concejal. De acuerdo con el informe del especialista de la Junta, se le ha ofrecido al Ayuntamiento dos opciones: dejarlos donde están o recogerlos y trasladarlos a un camposanto. “Hemos decidido que se queden ahí, no queremos moverlos”, dice Ana Belén Blanco, en un gesto de respeto. Y es que, como relata, en la época de Alfonso X se ordenaba enterrar a la gente en los aledaños de los templos religiosos. De esta manera, el episodio, que fue comentado entre los vecinos, queda zanjado en menos de 48 horas. Hoy se retomarán los trabajos.

FUENTE:DIARIO JAEN

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