RICARDO CASTILLO
Despediremos el año ya mismo, recordaremos a los que no tengamos a mano, se entrecruzarán los buenos deseos en los móviles y, de momento, estaremos pidiéndole al 2015 una buena retahíla de cosillas. Si vas a pasarlo en nuestra tierra, en tu casa, vivirás la alegría, esa que brota desde muy adentro, de pasear por las aceras, saludar a la gente, mirar el río, los adornos y luces navideños o, simplemente, tomarte unas tapas en el bar.Si no existieran, los bares habría que inventarlos, ingeniárselas para habilitar sitios distintos, con olores sugerentes, bocados ricos, sonrisas amplias; donde poder elevar la voz a discreción, opinar de los divino y lo humano, arreglar el mundo con una caña en la mano...en fin, ¡nos gustan los bares!.
Algunos han sido remozados recientemente, como el del Hotel Restaurante Casa Paco, fundado en 1973 en La Puerta de Segura. Os anticipamos unas instantáneas de su nuevo aspecto, trabajado en madera por el primogénito de la saga que presiden Paco y Toñi. Tampoco os decepcionará una cálida visita a la Pizzeria Rincón de Goyo, siempre al quite en la boca de su horno de leña, con Juani rondando cerca, o a La Magnolia, de Pedro Urbano. En el Hotel Sierra de Segura, de Puente de Génave, hallaréis a José Antonio, Paqui y su equipo para saborear su buena cocina, igual que en el Hotel Restaurante Venta San José, el decano, desde hace más de sesenta años, cuando lo fundó José Pascual Cantero, con Antonio y Pepa en la actualidad.
Y esto sólo es una pequeña muestra de nuestros excelentes establecimientos. Al repasarlos no podemos omitir al Hotel Don Juan, en el kilómetro 226 de la N-322 y al Hotel El Arroyo, un poquito más abajo, con Manolo y José Ignacio al frente. ¡Vivan los bares y Feliz Año Nuevo a todos!.
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