Pocas son las personas que no conocen lo que simboliza un lazo rosa. Pero si queda alguien que no lo sepa, desde ayer no tiene más que mirar hacia el Castillo de Santa Catalina que, hasta mañana, tendrá una iluminación especial de este color.
El motivo, sensibilizar sobre la importancia de un diagnóstico precoz para combatir el cáncer de mama
Jaén vive este año, de manera muy especial, la celebración del Día Mundial del Cáncer de Mama. La efeméride es mañana pero la ciudad ya se viste de rosa para sensibilizar a todas las mujeres de la importancia de un diagnóstico precoz. Esta implicación se materializa en el Castillo de Santa Catalina que, desde ayer, cuenta con una iluminación especial del color tradicional de la campaña. El encendido simbólico lo protagonizaron el alcalde, José Enrique Fernández de Moya; el presidente de la Junta Provincial de la Asociación Española Contra el Cáncer, Manuel Díaz García; el Director del Parador de Turismo, Manuel Vieites, y la presidenta de la Asociación Jiennense de Cáncer de Mama (Ajicam), Natividad Cueto.
El objetivo no es otro que, en primer lugar, aplaudir la entereza y la fuerza de todas las mujeres que han tenido que pasar por esta enfermedad. Además, persigue concienciar a la población femenina jiennense sobre la importancia del diagnóstico precoz de este tipo de cáncer, así como de la labor de apoyo al enfermo oncológico.
De esta manera, la ciudad de Jaén y otros municipios de la provincia se suman a la campaña que realiza la Asociación Española Contra el Cáncer en todo el país y que consiste, precisamente, en iluminar de rosa edificios representativos de varias ciudades españolas y la colocación de grandes lazos. En otros puntos del mundo también se realiza la misma iniciativa.
Según fuentes de la Organización Mundial de la Salud, el de mama es, en el ámbito mundial, el quinto tipo de cáncer por número de defunciones (460.000 en 2008), siendo la atención temprana una de las formas más sencillas de prevenirlo. En el caso de España, la incidencia es baja en comparación con otros países. Es menor, por ejemplo, que la de Estados Unidos y Canadá, Reino Unido, Países Bajos, Bélgica, Alemania, Francia y Suiza. En concreto, se diagnostican unos 16.000 casos al año.
María del Carmen Sánchez Morillo: “La gente todavía tiene que perderle el miedo a decir la palabra cáncer”
María del Carmen Sánchez Morillo tiene 40 años y hace cinco le detectaron un cáncer de mama. Desde entonces, la sonrisa es una de sus mejores armas para luchar contra una enfermedad que, a su entender, todavía está oculta. Porque esta jiennense tiene claro que hay que perderle el miedo a la palabra cáncer y que no hay mejor terapia que compartir los sentimientos con otras personas que hayan tenido la misma experiencia.
Fue en una exploración en su propia casa cuando se notó un bulto en el pecho. Inmediatamente acudió al médico y le hicieron una mamografía y una ecografía. Después le practicaron una punción y con esta última prueba le diagnosticaron un cáncer de mama. Su tratamiento fue compuesto. Pasó por quimioterapia, por una operación y por radioterapia. Pero ella fue valiente. “Cuando me noté el bulto no tenía miedo. Fui con fuerza al médico, pero cuando me dijeron que era cáncer me puse a llorar, porque lo primero que me vino a la cabeza es que me iba a morir”, explica María del Carmen.
Poco a poco, conforme avanzaba el tratamiento fue sintiéndose mejor. “Tanto mi oncóloga como el cirujano me dieron mucha seguridad y eso me ayudó mucho”, explica esta jiennense que recuerda que el mejor apoyo, sin embargo, es el que prestan los familiares, la pareja y los amigos. “Descubrí que había gente que no era tan amiga mía como yo pensaba y a la inversa”.
Con respecto a una de las consecuencias más palpables de la enfermedad, la caída del pelo, María del Carmen Sánchez nunca tuvo problemas. “Cuando se te cae es lo más impactante porque no sabes qué va a pasar ni cómo va a ser la reacción de la gente”, narra. Ella fue valiente y nunca se puso peluca. Iba con sombrero y se lo tomaba a broma. De hecho, algunos amigos ironizaban con que se había hecho un corte muy arriesgado.
Hace año y medio, María del Carmen Sánchez volvió a recaer. Le diagnosticaron metástasis y otra vez pasó por lo mismo, pero sin venirse abajo en ningún momento. Porque, como ella dice, al mal tiempo buena cara, hay que ser valiente y poner la mejor de las sonrisas. “Ahora estoy muy bien y todos los días, cuando me despierto, doy gracias por estar tan bien”, explica. “Yo me río mucho. De hecho, lo primero que pregunté a mi médico es si podía ir a la feria y fui”, ironiza.
Para las mujeres que estén pasando por el mismo trago que ella, María del Carmen Sánchez tiene clara cuál es la mejor recomendación. Hay que hablar de la enfermedad, hay que abrir los sentimientos y no encerrarse en uno mismo. “Cuando se encuentran personas que han pasado por lo mismo es muy importante que te desahogues con ellas”. Porque no hay mejor tratamiento que compartir y contar con el respaldo de las personas que tienes a tu alrededor.
NOTICIA ORIGINAL DE DIARIO JAEN
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