Lamelas y Venegas(Foto: Jesús Delgado) |
Alberto Lamelas, José Carlos Venegas y David Galván han protagonizado una tarde de intensas emociones en el segundo festejo de la Feria de San Lucas en Jaén. Lamelas cortó tres orejas y sufrió un fuerte varetazo en la zona genital izquierda, Venegas rozó el indulto del quinto -un gran toro de Algarra premiado con la vuelta al ruedo- y paseó el doble trofeo tras una estupenda faena, y Galván, muy valiente ante el complicado tercero, sufrió una extensa cornada en el brazo cuando recibía al sexto a portagayola tras una voltereta dramática.
Jaén, 19 de octubre de 2013. Segunda de la Feria de San Lucas. Cuatro toros de Apolinar Soriano, el 5º devuelto por poca fuerza, bien presentados, de bonitas hechuras y de juego desigual. Destacó la calidad del 2º. Manejable el 1º. Complicados 3º y 4º. Y dos toros más (5º bis y 6º) de Luis Algarra. El gran 5º, "Impregnado", número 36, de 492 kilos, negro, fue premiado con la vuelta al ruedo tras pedírsele con fuerza el indulto. El 6º, de buen juego también. Alberto Lamelas, oreja, oreja tras aviso y oreja en el que mató por Galván; José Carlos Venegas, fuerte ovación tras aviso y dos orejas con petición de rabo tras aviso; y David Galván, aplausos y cogido. Entrada: Un cuarto. Juan de Pura y El Levantino saludaron tras parear al quinto.
Abrió plaza un toro bien presentado, de espectacular pelaje y aplaudido de salida. Tuvo movilidad y fijeza el de Apolinar, pero reponía y se quedaba debajo en las suertes resultando complicado para el torero. Alberto Lamelas anduvo muy voluntarioso con él. Se lució de capa tanto en el saludo como en el quite por chicuelinas, llegando lo mejor con la muleta sobre el pitón derecho. Fue aparatosamente volteado al ir a rematar un pase de pecho, cayendo feamente sobre el cuello, afortunadamente sin graves consecuencias. Siguió dispuesto antes de matar de media tendida y pasear una oreja.
Toro precioso de hechuras y de gran juego, algo justo de fuerzas pero de una calidad excepcional. Lo cuajó primero por verónicas José Carlos Venegas, brillando después en un quite por gaoneras. Con la muleta anduvo el jienense muy entregado, aunque quizá un punto falto de suavidad y temple en los inicios. Al natural llegaron los mejores pasajes en dos series bien rematadas. Concluyó con un arrimón tremendo, pasándose al toro sin mover las zapatillas durante varios minutos poniendo la plaza en pie. Dos pinchazos previos a una estocada en lo alto redujeron el premio a una solitaria ovación.
Justo al contrario que el anterior, el tercero fue muy difícil y complicado. Galván no se arrugó y estuvo hecho un tío con él. Tiró de firmeza y disposición el gaditano, que no se cansó nunca de estar en la cara del toro a pesar de su peligrosa condición. Mató de pinchazo y estocada y fue aplaudido.
Alberto Lamelas cortó otra oreja del cuarto, un toro difícil y complicado. Lamelas, valiente y con una actitud encomiable, resultó de nuevo feamente volteado, sufriendo un fuerte varetazo en la zona testicular izquierda. A pesar de ello, continuó la lidia e incluso llegó a pasear el trofeo antes de pasar a la enfermería. Importante y capaz, no volvió la cara en ningún momento, insistiendo hasta lograr varias series diestras de mano baja y buena profundidad. Mató de pinchazo y estocada entera y el apéndice cortado fue de ley.
El burraco que hizo quinto fue devuelto a los corrales por poca fuerza y en su lugar salió un sobrero de Luis Algarra, de nombre "Impregnado", que fue sencillamente excepcional. Se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre pero se le pidió -y lo mereció- el indulto, que el usía no quiso conceder. El de Algarra fue de una bravura extraordinaria y embistió con codicia, entrega, profundidad, ritmo... Un grandioso toro que antes empujó con clase en un puyazo y se arrancó con alegría en banderillas. Venegas cuajó con él la faena de su vida, sobresaliendo especialmente al natural, por donde toreó con ligazón y mano baja, con profundidad, largura, ritmo y cadencia. Mató de estocada entera y le pidieron el rabo pero el presidente sólo concedió las dos orejas.
David Gaván fue cogido al recibir al sexto a portagayola. La voltereta fue dramática, escalofriante, llevando el de Algarra cogido por la manga de la chaquetilla al torero y llevándolo de esa guisa arrastrado al gaditano muchísimos metros. Según las primeras noticias llegadas desde la enfermería, sufre una extensa cornada en el brazo, que va desde la muñeca hasta el hombro, pero ha recuperado la consciencia que perdió en la cogida, está siendo operado y se encuentra fuera de peligro. El toro ofreció buen juego, pero se lastimó una pezuña mediada la faena de muleta. Aun así, embistió con bravura y profundidad. El director de lidia, Alberto Lamelas, confirmó la buena imagen que ha ofrecido durante todo el festejo, volviendo a gustar al natural, y sumó un nuevo trofeo a su esportón tras matar de pinchazo y estocada.
Por Ángel A.del Arco
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