jueves, 14 de agosto de 2014

José Carlos Venegas recibe el alta tras la cornada en Madrid

José Carlos Venegas posa con su hermana,
María José Venegas, y su madre, Piedad Fernández
José Carlos Venegas sigue bajo control médico, aunque fuera del hospital. El torero de Beas de Segura fue dado de alta de la Clínica Virgen del Mar de Madrid después de que un toro de la ganadería de Guardiola le metiera el pitón en la barriga el pasado domingo. “Me encuentro mucho mejor. No me da fiebre y, por la noche, duermo de un tirón”, afirma.


La cicatriz mejora día a día. Además, el miércoles, los médicos le quitaron el drenaje de la herida. Ayer salió —alrededor de las cuatro de la tarde— de la Clínica Virgen del Mar, pero no regresó a Jaén. “El cirujano de Las Ventas, Máximo García Padrós, me ha citado para verme el viernes. Por eso, me he quedado unos días en Madrid, en casa de mi hermana”, afirma el torero. Mañana —antes de la corrida de Madrid—, pasará por la enfermería antes de regresar hacia Jaén.
“Deseo que todo esté bien. Soy una persona muy activa, por lo que me mata estar aquí en un sillón. Sé que hay que cumplir los plazos para recuperarme bien, pero tengo ya muchas ganas de volver a entrenar”, manifiesta José Carlos Venegas. Asimismo, continúa: “Quiero volver muy pronto, pero también hacerlo al 100% y sin resentirme de nada”. El diestro de Beas de Segura fue prendido al entrar a matar al sexto toro de la tarde en Las Ventas en la corrida del pasado domingo. Era su segundo paseíllo como matador de toros en esta plaza. En San Isidro lidió una corrida de Cuadri, que también lo llevó a la enfermería.
Está convencido de que el destino de los toreros jóvenes y modestos pasa por jugársela en Las Ventas. Por eso, no le pesan los percances. Ahora se recupera en casa de su hermana, María José Venegas, en Torrejón de la Calzada. Mañana irá a la enfermería de Las Ventas para pasar la última revisión antes de regresar a Beas de Segura. Allí se quedará unos días hasta que pueda entrenar con normalidad.
“Estoy deseando encerrarme en la finca de Mancha Real con mi espada y mi muleta”, afirma José Carlos Venegas. El torero tuvo mucha suerte, ya que el pitón entró por una zona muy comprometida, aunque esquivó el hígado y el bazo y solo se llevó músculos hasta topar con el hueso. Pudo ser mucho peor.

FUENTE:DIARIO JAEN

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